
Es un debate que lleva lustros instalado entre los usuarios de todo tipo de dispositivos y dar respuesta a la pregunta no es fácil, aunque para un uso «normal» del dispositivo – navegación segura, instalación de aplicaciones certificadas – casi siempre podríamos obviar su uso y el gasto que eso comporta
La génesis de los antivirus fue producto de un concepto pasivo de la seguridad informática, es decir, las amenazas eran inevitables y para ello era necesario protegerse de alguna manera.
Sin embargo, con el tiempo el concepto de seguridad informática ha devenido en algo más proactivo: es el propio usuario el que tiene que lograr activamente el evitar ser víctima de un fraude informático.
En la nueva concepción de la seguridad informática, los usuarios también tienen que formarse activamente y ver como están evolucionando las amenazas, que cambian cada poco tiempo volviéndose más peligrosas.
En los tiempos de Reaper

El primer antivirus informático que existió se programó hace más de medio siglo y fue Reaper, término que se puede traducir como segadora.
El antivirus solo protegía contra una única amenaza, un virus informático bautizado como Creeper, la palabra inglesa con la cual se denomina a una enredadera.
Desde aquella época, en términos informáticos han pasado siglos, ahora las amenazas son múltiples y mutan rápidamente y al mismo tiempo los antivirus detectan miles de amenazas y también evolucionan rápidamente.
Pero lo esencial de la época actual del los virus informáticos y los antivirus, es que los usuarios deben de colaborar activamente con su seguridad informática, evitando, entre otras cosas, acceder a determinados sitios web.
En todos los dispositivos

Desde el INCIBE se plantea que cualquier dispositivo que tengamos debería poseer su propio antivirus, desde nuestros teléfonos móviles hasta nuestras televisiones inteligentes.
Ello se debe de completar con una navegación segura por internet, evitando en ingresar en lugares, como la Deep web, donde es altamente probable que resultemos infectados.
Entre las medidas que hoy, no sabemos dentro de unas semanas como estará el estado de la cuestión, deberíamos de tomar se encuentra el uso de contraseñas seguras y utilizar el doble proceso de autenticación donde sea posible.
En cuanto a la descarga de software y aplicaciones, las mismas solo se deberían de hacer desde sitios seguros, en el caso de Android desde Play Store y en el caso de iOS desde App Store.
Por último, y no por ello no menos importante, es conveniente siempre realizar una navegación segura, en sitios web que comiencen por el protocolo https://, que indica que la conexión es segura.
No hay que gastarse un dineral

Una cosa que hay que tener en cuenta es que los antivirus solo sirven para hacer frente a ataques simples, si el ataque es complejo seguramente nuestro antivirus de usuario nos servirá para bien poco.
Por otro lado, son muchos los expertos que, si realizamos una navegación segura y no descargamos ni instalamos aplicaciones de sitios no inseguros, recomiendan que con el Windows Defender sea más que suficiente.
Sin embargo, y con razón, las empresas que comercializan antivirus defienden que tener uno de sus productos añade capas extras de seguridad que el sistema operativo no puede ofrecer.
Al mismo tiempo, por lo general casi todos los sistemas antivirus que hay en el mercado ofrecen soporte online 24 x 7 x 365, muchos de ellos en castellano.
Inclusive esas empresas que comercializan antivirus tienen departamentos de investigación que están escudriñando permanentemente los agujeros de seguridad que tienen los sistemas operativos, fundamentalmente los de la familia Windows.
Por ello, cíclicamente ofrecen a sus clientes parches para hacer frente de una manera sencilla – el usuario solo tiene que instalar un .exe – a los fallos de seguridad que tiene el sistema operativo que utilizamos.
Caballos de Troya

Muchas veces, los ataques a los sistemas operativos por parte de los cibercriminales utilizan servicios o aplicaciones que el sistema operativo lleva instalados de serie.
Ese tipo de ataques son indetectables por parte de Windows Defender, por lo que en ese tipo de agresiones informáticas no está demás contar con un antivirus que pueda detectar actividad maliciosa del propio Sistema Operativo.
Sin embargo, reiteramos, el antivirus que puede tener instalado un usuario de Windows 10 no va a ser capaz de hacer frente a un ataque complejo y coordinado; eso ya está en otro nivel de defensa.
Bien es cierto que esos ataques complejos por lo general no se perpetran contra usuarios domésticos, sino contra grandes empresas, que es donde los ciberdelincuentes van a ser capaces de robar datos por los que pueden pedir un rescate.
Europa, paraíso de los antivirus en un mercado creciente

De los cinco continentes, Europa destaca por el ser el territorio donde más antivirus hay instalados en todo tipo de dispositivos, estando por detrás Estados Unidos.
En el pasado año 2021 el mercado de los antivirus movió 3.000 millones de dólares, y es espera que este 2022 termine con una facturación de 4.300 millones de dólares.
El éxito en materia de ciberdelincuencia se da más contra dispositivos que solo cuentan con una versión gratuita de antivirus, siendo muchos menos los ataques que tienen éxito contra dispositivos con versiones de pago.
En lo que respecta a la familia Windows, sus usuarios están muy contentos con el servicio de antivirus que ofrece el propio sistema operativo, nos referimos a Windows Defender.
Defender tiene la ventaja que es muy cómodo de gestionar, ya que lo activas y te olvidas de todo lo que tiene que ver con la seguridad informática del sistema.
No hay que desdeñar los antivirus

Sin embargo, como ya hemos referido anteriormente, los antivirus que se comercializan ofrecen un buen número de servicios adicionales, que exceden a un simple antivirus.
Dentro de esos servicios nos encontramos con cortafuegos, filtros de spam, optimizadores de rendimiento del dispositivo, analizadores de direcciones web y hasta programas de control parental.
Además, cualquier elemento adicional de seguridad informática no está demás, porque con los tiempos que corren, una nueva amenaza informática se puede estar cerniendo sobre nosotros a cada minuto que pasa.
Fuente – EL PAÍS
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