
Muchos analistas militares se extrañan del hecho de que todavía el ejército ruso no ha intervenido las telecomunicaciones ucranias, cuando es una fuerza que tiene unidades dedicadas en exclusiva a ese propósito. Aquí os informamos de las posibles hipótesis que explican el fenómeno
En todos los conflictos bélicos, y el de Ucrania lo es ya en grado sumo, uno de los campos de batalla por excelencia es la guerra electrónica, algo que sorprende que todavía no ha aparecido en el campo de batalla de Ucrania.
Por el momento, internet sigue operativo en todo el territorio ucranio, no se han producido cortes graves del servicio y en lo que respecta a las transmisiones del ejército ruso estas son tan rudimentarias que no es posible plantear contra ellos ese tipo de guerra.
Además, la señal para las comunicaciones de todas las operadoras de telefonía móvil que operan en Ucrania, después de más de una semana de guerra, siguen completamente operativas y sin cortes reseñables.
Algo inconcebible

Resulta curioso que el ejército ruso no haya lanzado una campaña de guerra electrónica contra los combatientes ucranios, sobre todo teniendo en cuenta que las fuerzas armadas rusas tienen unidades dedicadas a ese tipo de guerra.
En los últimos conflictos que han tenido las fuerzas armadas rusas una de las primeras medidas que ha tomado el alto mando ruso es interferir las comunicaciones del enemigo, para de ese modo impedir la comunicación entre las unidades militares enemigas.
De hecho, Rusia es una potencia mundial en interferencia de comunicaciones y guerra electrónica, por lo que muchos expertos en esa área se preguntan porqué todavía no se han iniciado las hostilidades en el campo de las comunicaciones y la electrónica.
Un territorio arrasado

Al menos en lo que respecta a la ciberguerra, Ucrania y sus empresas e instituciones, llevan años siendo pasto de los ataques cibernéticos de multitud de grupos de hackers rusos, muchos de ellos inspirados por la inteligencia del país que gobernase Mijaíl Gorbachov.
No hace tanto, en invierno del 2015, hackers rusos «tumbaron» la infraestructura eléctrica del país que gobierna Volodímir Zelenski, y no ha sido el único desmán que ha producido los piratas informáticos en Ucrania.
De hecho, dos años después los cibercriminales comandados por el Kremlin lanzaron el malware NotPetya que entre otros infectó ordenadores y servidores que utilizaban sistema operativo Windows.
Uno de los principales damnificados en Ucrania fue su Banco Central, y en aquella época lo curioso fue que empresas rusas también se vieron infectadas, como fue el caso de la petrolera Rosfnet.
Ciberseguridad experta

Quizás una de las razones que explique el porqué los hackers rusos no han logrado penetrar en los sistemas informáticos es que con el tiempo la industria de la ciberseguridad en Ucrania ha logrado un buen nivel.
Quizás hayan sido que después de lustros en los cuales empresas e instituciones ucranias han sido pasto de los ataques informáticos de los piratas informáticos rusos y con el tiempo han aprendido a hacer frente a las embestidas de los ciberdelincuentes en tiempo récord.
Los ataques informáticos comenzaron a ser habituales ya en los prolegómenos de la guerra que enfrentó a Ucrania y a los insurrectos de la región que actualmente forma parte de la República de Donetsk y Lugansk.
Una buena parte de la mejora de la ciberseguridad ucrania se debe al adiestramiento que organismos oficiales y empresas han recibido de expertos norteamericanos y europeos en todos estos años.
Además, hasta el 2014 la mayoría de los sistemas informáticos que se utilizaban en Ucrania dependían de Moscú, pero en estos años, los ucranios han querido empezar a gestionar sus propios sistemas.
Además, previendo que podrían producirse un enfrentamiento con Rusia que tendría sus derivadas en lo que tiene que ver con la ciberseguridad, expertos occidentales colaboraron en desarrollar cortafuegos robustos.
Transmisiones muy rudimentarias

Es las que están utilizando las tropas soviéticas que, en su invasión, donde los militares rusos están utilizando masivamente emisoras que en el mercado tiene un precio de veinte dólares.
De hecho, son muchos los casos en los cuales, en los territorios por los que pasan las tropas rusas, radioaficionados ucranios están interviniendo las comunicaciones de las tropas rusas.
Los sistemas de transmisiones rusos son tan rudimentarios que normalmente la señal raramente va encriptada, y también en muchos casos tampoco va cifrada.
Consultores de telecomunicaciones occidentales se sorprenden de ver imágenes, y no una ni dos, en las cuales se puede ver a soldados rusos utilizando transmisores chinos que como ya hemos contado tienen en el mercado un precio de 20 USD.
Inclusive las emisiones en onda corta, que también se puede interceptar con un equipo de radioaficionado, también van sin encriptar con lo que el ejército ucranio puede saber, en tiempo real, lo que está transmitiendo el invasor.
La desnudez de las transmisiones rusas también se produce porque en Ucrania hay una gran comunidad que lee y escribe el ruso, y muchos de ellos trabajan en las unidades de transmisiones del ejército ruso.
Internet y la telefonía móvil plenamente operativa

Es otro de las grandes incógnitas que se están viviendo en la guerra en Ucrania, y es que el ejército ruso no ha sido capaz de impedir la señal tanto de internet como de la telefonía móvil.
El ejército ruso si tiene equipos que pueden anular la señal de telefonía con un alcance de diez kilómetros, pero hasta ahora no han entrado en juego, podría ser porque los rusos carezcan de ese tipo de equipos, interceptores más potentes que pueden llegar a los cientos de kilómetros.
Otra hipótesis de que la red de redes siga operativa en Ucrania, así como la telefonía móvil es porque los rusos están utilizando ambas señales, especialmente la de internet, para sus campañas de desinformación y propaganda.
Una de las maneras más habituales de interferir la señal de telefonía móvil consiste en lanzar otra señal, más potente, que bloque la primera. Esos sistemas hacen necesario mucha energía y tiene que estar muy cerca de las antenas de telefonía.
Otra de las tácticas que se pueden utilizar para eliminar la señal de la telefonía móvil es acabar con las antenas, pero con las redes 3G y 4G eliminar todas las antenas de un núcleo urbano es una tarea de chinos.
Puede que a la telefonía móvil ucrania le esté salvando de la destrucción que los centros de datos puedan estar en países aledaños, y un ataque del ejército ruso a los países próximos sería considerado como un ataque por la OTAN.
Fuente – EL PAÍS
Imagen – 7th Army Training Command / CPA fan / Thomas Quine / Barney Moss / Ivan Radic / Jacob Bøtter /