Computación cuántica rojigualda

El gobierno va a destinar 20 millones de los fondos europeos que ha recibido para la construcción de un superordenador cuántico y el acceso a él, a través de «la nube», para que empresas e instituciones puedan utilizar su capacidad de proceso

Muchos lo consideran la próxima frontera de la ciencia, hablamos de la computación cuántica, con resultados tan paradójicos como que un cúbit – unidad mínima de información – puede, al mismo tiempo, estar y no estar.

Siendo sensible a esa ultimísima tecnología, el gobierno va a destinar 22 millones de euros del dinero que viene de Europa, a crear un cluster científico y empresarial para desarrollar tecnologías cuánticas.

Existe un consenso en la consideración que la computación cuántica va a suponer un antes y un después en la evolución de la informática y que tendrá una influencia vital en las empresas.

60 millones en tres años

La apuesta del gobierno de Pedro Sánchez es tal que la cantidad inicial se podría ampliar a una inversión de 60 millones de euros en tres años, para la creación, así lo define el gobierno, de un ecosistema de computación cuántica en nuestro país.

Los objetivos aparecen definidos para el desarrollo de un computador cuántico y su funcionamiento en «la nube» para que su operativa pueda ser accesible desde cualquier conexión de red.

El gobierno de Pedro Sánchez lidera el desarrollo tecnológico del que nuestro país, hasta ahora, se encontraba huérfano y que será vital para el país en las próximas décadas.

Un complejo desarrollo científico

Desarrollar tecnología cuántica, en el campo de la supercomputación, no es fácil, y el desarrollo teórico y práctico va a suponer el trabajo en equipo de matemáticos, físicos e ingenieros.

La computación cuántica supone un cambio de paradigma, en vez de bits se habla bits cuánticos o cúbits, que no son otra cosa que partículas subatómicas que pueden tomar diferentes estados al mismo tiempo.

Por ello decíamos más arriba que estos cúbits pueden estar y no estar al mismo tiempo, por lo que a partir del desarrollo de computadoras cuánticas su «lenguaje» ya no será binario a base de unos y ceros.

Tal es la dificultad, que la comunidad científica no se pone de acuerdo sobre la posibilidad de poder desarrollar superordenadores cuánticos, y cabría la posibilidad que el supercomputador cuántico pueda quedarse solo en una concepción teórica.

Una carrera contrarreloj

Es en al cual se han embarcado desde multinacionales – Google, Microsoft o IBM – a gobiernos, caso de los gobiernos estadounidense, alemán, británico o el francés.

En el caso de la administración norteamericana, ha informado que destinará 1.200 millones de dólares para el desarrollo de un supercomputador cuántico, máquina que el gobierno chino dice ya poseer.

En el caso del gobierno español el programa de desarrollo cuántico lleva el nombre de Quantum Spain, y del mismo formarán parte 25 universidades y centros de investigación de todo el país.

La coordinación del proyecto la desarrollará el Centro Nacional de Supercomputación, sito en Barcelona y donde trabajan 500 científicos, sirviendo además de centro de investigación como centro de supercomputación para empresas y universidades.

Es en el BSC – CNS donde se encuentra el superordenador Mare Nostrum, la punta de lanza de la supercomputación española, y también otros superordenadores.

Ciencia aplicada

El proyecto nace con la directriz clara de que debe de ser un proyecto de ciencia aplicada, esto es, una vez desarrollado el superordenador, si se logra, será utilizado por todo tipo de industrias españolas, creando valor añadido.

En un primer momento, el proyecto pasa por desarrollar algoritmos cuánticos, siendo la algoritmia una de las bases de la computación; un algoritmo se puede definir como una «fórmula» para solucionar un problema.

También se espera que en Quantum Spain trabajen «primeros espadas» de la física, matemáticas e ingeniería de este país, con lo que la génesis de un superordenador cuántico también debe servir para retener talento.

Las fases del proyecto

Aunque el objetivo es lograr construir un ordenador cuántico antes del 2023, las fases del proyecto se encuentran ya prefijadas.

En un primer estadio es la construcción de un laboratorio de refrigeración y electrónica rápida, que será el «escenario» dónde se ensamblará el procesador cuántico, que necesita de unas temperaturas determinadas para su funcionamiento.

A finales del segundo trimestre del 2022 se producirán chips de uno y dos cúbits, procesadores que debieran de ser completamente operativos.

Una vez construido el superordenador cuántico, allá por 2024, la maquina estará operativa para que a través de «la nube» la capacidad de proceso del ordenador cuántico pueda ser accesible para empresas e instituciones.

Al mismo tiempo, se comenzarán a desarrollar algoritmos cuánticos, en un primer momento de aprendizaje automático, y que podrán ser utilizados en la computación tradicional y también en la cuántica.

Para ese 2024 se supone que ya se podrán construir microprocesadores cinco cúbits y un año después se comenzará la producción de los chips de 20 cúbits.

 A vueltas con la ubicación

Todavía hoy no se sabe dónde estará ubicado el supercomputador cuántico, aunque se podría ubicar en el barcelonés BSC – CNS.

La prioridad principal del gobierno es situar el superordenador cuántico en un lugar donde sea fácil el acceso para empresas e instituciones, por lo que en principio tendría que ser una gran ciudad.

Sin embargo, también hay que tener en cuenta la variable política, con un gobierno empeñado en repartir las principales instituciones del Estado en un amplio marco geográfico, de manera que se pueda paliar lo que se conoce como España vaciada.

Las cuentas al detalle

Del mismo modo que ya existe partida presupuestaria para acometer el proyecto, también se encuentra detallado cuánto dinero se utilizará para cada cosa.

Diez millones euros se invertirán en la construcción de los microprocesadores y el laboratorio donde se desarrollarán.

Otros siete millones de euros se destinarán al diseño del software del superordenador cuántico y los algoritmos a partir de los cuales operará la máquina, mientras que cinco millones de euros se destinarán a la construcción del hardware.

Como ya hemos indicado, la partida inicial de 20 millones de euros se podría ampliar, de ser necesario, hasta los 60 millones, para lograr ser uno de los primeros países europeos en desarrollar un ordenador cuántico.

Fuente – el diario / Centro Nacional de Supercomputación en Wikipedia

Imagen – Gemma Rivas / Pictures of Money / Oak Ridge National Laboratory / CW / Ben Pugh / Carlos Marino / Mario Fliegner

Publicado por Gonzalo Sánchez del Pozo

Sobre todo apasionado: de las letras, de los paisajes, de los lugares insondables, de las historias, de los personajes, de las situaciones, de los mares, de las montañas. Nómada, como cantaba Franco Batiatto, "que busca los ángulos de la tranquilidad, en las nieblas del norte, en los tumultos civilizados, entre los claros oscuros y la monotonía de los días que pasan".

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