
Telegram prepara el asalto para hacerse con el mercado de sus competidores. Con unas señas de identidad basadas en la privacidad, ofrecerá en breve novedades – pagos y servicios premium – para monetizar su actividad y poder seguir expandiéndose
Tener que mantenerse en el mercado de las telecomunicaciones, ahora y antes, no es tarea fácil.
Nos encontramos ante un ecosistema que muta ya no hora a hora, si no, llegado el caso, cada minuto, por lo que la innovación se convierte en una de las principales armas de cara a vencer a la competencia.
Ahora Telegram se ha lanzado a una carrera sin freno para combatir a sus competidores, y entre las novedades que presentarán próximamente se encuentra la posibilidad de hacer videollamadas y poder realizar pagos.
Entre los objetivos de la red social que fundasen los hermanos Duróv está el monetizar la aplicación para no tener que insertar publicidad ni tener que vender la compañía a terceros, como ya hizo WhatsApp.
Un comienzo de año esplendoroso

A pesar de que el 2021, y sobre todo sus comienzos, han estado marcados por la pandemia, ha sido un periodo dulce para Telegram.
Fue a comienzos de año cuando WhatsApp estableció un cambio en las condiciones del servicio que permitían «migrar» a otras aplicaciones de mensajería instantánea, con lo cual muchos de sus usuarios optaron por utilizar también Telegram.
Además, en una nueva ronda de financiación lograron 1.000 millones de dólares, que rápidamente invirtieron en la mejora de la aplicación en aras de quitar usuarios a otras redes sociales.
Ampliar horizontes

Con los 1.750 millones de dólares conseguidos – 1.000 en la ronda de financiación y 750 mediante la colocación de bonos – Telegram pretende hacer su aplicación más eficiente y también ampliar horizontesº.
La primera de las medidas es tener presencia en internet con dos nuevos sitios web, bautizados como Telegram K y Telegram Z, en donde los usuarios, entre otras capacidades, pueden mantener videoconferencias.
En esencia, lo que quiere Telegram es desplegar todas las capacidades posibles, pero con las características de la casa: una buena interfaz de usuario y la velocidad de transmisión de datos que le caracteriza.
En cuanto a las videoconferencias, están basadas en los chats de audio que lanzó anteriormente Telegram, y en cuanto a su operativa utiliza el formato de salas privadas de la aplicación Club House.
Capacidad de hacer pagos con el móvil

Es la última novedad que incorpora Telegram, y es poder utilizar la aplicación para realizar pagos, tal y como se permite en otras aplicaciones de su competencia.
Para realizar esos pagos es necesario utilizar una tarjeta de crédito y esta se puede utilizar como método de pago en cualquier chat que se establezca.
Telegram se convierte así en una pasarela de pago y el trasiego de dinero que produce porque la aplicación de los hermanos Dúrov trabaja con 8 intermediarios para permitir esos pagos.
Para no pillarse los dedos, Telegram asegura que no guarda datos de las transacciones que se realizan y que se convierte en un mero intermediario en los pagos ya que no cobra por su realización.
Independencia fiera

Conscientes de que el principal valor añadido es no depender de ninguna gran tecnológica, los hermanos Dúrov han afirmado, por activa y por pasiva, que nunca venderán Telegram a ninguna multinacional.
Otro tótem que es muy difícil que caiga tiene que ver con la privacidad que Telegram da a sus usuarios; hay que recordar que fueron los primeros que posibilitaron el cifrado de extremo a extremo.
Para preservar dicha independencia, Telegram es consciente de que tiene que monetizar su red social para conseguir recursos que les permitan continuar con su servicio de mensajería instantánea.
Además, los Dúrov saben lo que se hacen ya que en el 2013 crearon Telegram después de hacer una multimillonaria «caja» tras vender VKontakte, a la que algunos han llegado a calificar como el Facebook ruso.
El maná de la publicidad y servicios premium

Una de las formas de lograr ingresos extra es, como otras redes sociales, introducir publicidad, pero sin variar en absoluto el funcionamiento de la red social.
Se tratará de una publicidad no invasiva, esto es, no se introducirá en las conversaciones entre dos personas ni tampoco en los chats de grupo.
Telegram en breve también introducirá servicios premium, que evidentemente serán de pago, e irán en relación con las nuevas funcionalidades de Telegram.
Esas nuevas funciones tienen que ver con el aumento de canales y la generación de una comunidad entorno a la aplicación, siendo en esos canales donde se emitirá la publicidad de diverso tipo.
Marcar la diferencia

Es lo que ha hecho, hace y hará Telegram en el futuro, y eso con la connivencia de WhatsApp, que parece que ha renunciado a innovar y a mejorar el servicio.
Nada más lejos de la intención de Facebook, propietaria de esa red social de mensajería instantánea, que ampliar sus audiencias.
De hecho, en WhatsApp la mayor parte de las conversaciones se producen entre dos personas y la media de los grupos no llega a más de 10 usuarios.
La monetización de WhatsApp proviene, en su gran mayoría de cobrar a las empresas por el uso de su aplicación para comunicarse con sus clientes.
Hasta bonos de deuda

Es otra de las actuaciones de Telegram para lograr ingresos: ya en marzo colocó 1.000 millones de dólares entre grandes inversores.
El pasado jueves Telegram hizo otra colocación, esta vez por valor de 750 millones de dólares, lo cual habla bien a las claras sobre la solvencia del invento de los Dúrov, que tenía previsto colocar solo 500 millones de dólares en deuda privada.
La deuda, que ha sido colocada por J.P. Morgan, DBS y Aton, vence en el 2026 y tiene un interés del 7%.
Infiltración de la ultraderecha

Las características de anonimato y privacidad que permite Telegram está produciendo una migración de grupúsculos de extrema derecha hacia esta aplicación.
Muchos de esos ultraderechistas han sido expulsados de otras rede sociales, y se refugian en Telegram por las características antes citadas.
Sin embargo, la libertad de expresión no está reñida con la vigilancia: Telegram informó que había cerrado cientos de canales que estaban relacionados con la toma del Capitolio de Washington.
Y en España no les vamos a la zaga, ya que se detectaron cientos de mensajes de grupúsculos de la extrema derecha que no los chats jaleaban a los participantes en las concentraciones negacionistas que se produjeron en toda España.
Fuente – el diario
Imagen – Sean / manhhai / Telegram Web / Frankie Leon / Jan Tik / Igor Putina / Mariya Chorna / Chris Dlugosz / Charles Brewer