Netflix quiere adictos

Un documental que se puede encontrar en Netflix, The Social Dilemma, expone bien a las claras como las redes sociales y las plataformas digitales buscan, más que clientes, adictos; y de esas prácticas no escapa ni la propia Netflix

Estamos hablando de procesos de fidelización extremos, que no quieren tener clientes sino prácticamente adictos, ya que de esa manera se asegura el negocio para el futuro.

Esta reflexión, Netflix tiene políticas que pretenden «enganchar» a sus clientes, se ve bien a las claras en uno de los documentales que está programando en esta temporada la empresa californiana.

En The Social Dilemma, se pone negro sobre blanco algunas de las políticas más discutibles de las redes sociales que más predicamento tiene, y una de esas políticas pasa por generar adicción a sus usuarios.

Una adicción creada conscientemente

El reportaje recaba la opinión de profesionales que han trabajado en las más importantes redes sociales, caso de Facebook o Twitter, y la conclusión que se extrae es que esas redes sociales generan, de manera consciente, adicción a la plataforma entre sus usuarios.

Llega un momento en el cual llegan a modelar los gustos de su audiencia, de una manera tan sibilina que esos usuarios creen que son libres para elegir los contenidos que más les interesan.

Llegado el caso, y una vez lograda la adicción y modelados los gustos de los usuarios, muchas redes sociales tienen la puerta abierta para manipular e intoxicar informativamente a sus afiliados.

Inclusive en The Social Dilemma se puede ver cuales son las tácticas de fidelización de la misma plataforma de streaming que programa el documenta, esto es, Netflix.

Objetivo: atrapar y monopolizar la atención

Utilizando el eufemismo de «tecnología persuasiva», el objetivo prioritario de la mayoría de las redes sociales, y de otras plataformas de contenidos, como es el caso de Netflix, es lograr adictos.

Lo que buscan es monopolizar la atención de los usuarios, que en el caso de Netflix se basa en lo que ellos llaman contenidos personalizados, esto es, películas, series y documentales que van a ser del gusto del cliente.

De este modo lo que se consigue es que la experiencia que tenga el asociado de Netflix sea absolutamente placentera, ya que se crea la «ilusión» de que en Netflix solo se programan contenidos que son de nuestro agrado.

Horas de visionado

Como una manera de rentabilizar la inversión que hacen en pago de derechos de autor. Netflix no se para a valorar si el contenido que emite es bueno o malo; lo único que le interesa es que sus contenidos se vean lo más posible.

Los contenidos que no son demasiado vistos en Netflix son retirados a toda velocidad para programar otros que si permitan audiencias masivas.

Para lograr «lanzar» los contenidos que son del gusto de su audiencia, Netflix tiene catalogadas al detalle todos los contenidos audiovisuales que programa, como una manera de conocer al dedillo a su audiencia.

La catalogación de sus series, películas y documentales los realiza mediante etiquetas, con un sistema muy desarrollado para poder sistematizar los contenidos que visionan sus clientes.

Investigación exhaustiva

Como en otras redes sociales, quizás la más parecida pueda ser Facebook, se registran miles de parámetros de los usuarios cuando están visionando Netflix, y a unos niveles difícilmente inimaginables.

La monitorización llega a niveles inauditos: a qué hora iniciamos el visionado, cuantas pausas hacemos, si el contenido audiovisual se reproduce a velocidad normal o no, o qué tipo de contenidos se ven en cada dispositivo (móvil, tableta, ordenador, televisor).

También neurotransmisores

A tal grado llega la «invasión» por parte de Netflix que ha creado artificios para que sus clientes segreguen descargas de dopamina cuando ven sus contenidos.
La dopamina es un neurotransmisor que se segrega, entre otras situaciones, cuando estamos desarrollando una actividad placentera.

Que es justo lo que Netflix logra cuando sus usuarios utilizan los fines de semana para de una «sentada» verse todas las temporadas de una serie que les apasiona.

Gracias a eso y a otros artificios, Netflix tiene, hoy en día, 193 millones de perfiles activos, de los cuales el 61% confiesan que se dan «atracones» de series.

Finalmente, las redes sociales, y en eso Netflix no es una excepción, juegan con algo tan básico como el placer, que es lo que generan el visionado de sus series, películas y documentales.

Adicción a las redes sociales

Ya no es raro que en muchos gabinetes de psicología lleguen pacientes que quieren desengancharse de su adicción a las redes sociales, plataformas digitales o directamente series.

Por lo general el perfil de paciente con esas adicciones no tóxicas tiene entre 15 y 30 años, y habitualmente llegan con lo que denomina policonsumo de servicios digitales, esto es, no solo una red social o una plataforma lo que les preocupa.

Por lo general, la adicción a servicios digitales existe cuando el mismo están afectando a otras esferas de la vida, como puedan ser la laboral, la académica, o la sentimental.

O inclusive quitando horas al sueño para seguir «enganchado» a una pantalla, ya sea esta de smartphone, tableta, portátil u ordenador de sobremesa.

Potenciar los comportamientos adictivos

Es lo que hace Netflix, ya que el objetivo de la plataforma es que consumamos la mayor cantidad de horas de metraje, ya sea de documentales, series o películas.

Y eso lo consiguen de una manera muy sencilla: si no hay intervención humana, una vez que se ha terminado un episodio de serie u otro contenido, a los 10 segundos «lanzan» el siguiente episodio.

Además, cuando se pasa el puntero por encima de un contenido, de manera automática Netflix presenta el tráiler de este.

Otra manera de potenciar los comportamientos adictivos de Netflix consiste en que es un servicio de streaming bajo demanda, esto es, es el usuario el que programa que ve o que no ve, de manera que puede pasarse horas y horas viendo contenidos que le gustan.

El ver series que nos hacen segregar dopamina se combina con el hecho de que la recompensa es instantánea, precisamente porque podemos acceder a miles de horas de visionado de contenidos audiovisuales desde cualquiera de nuestros dispositivos.

Fuente – EL PAÍS / Netflix en Wikipedia / Dopamina en Wikipedia

Imagen – Dr. Partha Saranthi Sahana / Stock Catalog / Terry Kearney / NETFLIX / University of Liverpool / NIH Image Gallery / Cuatrecases / Jamie

Publicado por Gonzalo Sánchez del Pozo

Sobre todo apasionado: de las letras, de los paisajes, de los lugares insondables, de las historias, de los personajes, de las situaciones, de los mares, de las montañas. Nómada, como cantaba Franco Batiatto, "que busca los ángulos de la tranquilidad, en las nieblas del norte, en los tumultos civilizados, entre los claros oscuros y la monotonía de los días que pasan".

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