
We Chat y Tik Tok tienen sus horas contadas en Estados Unidos, al menos con el modelo de negocio actual; finalmente y para evitar dejar sin servicio a millones de norteamericanos, ByteDance, la matriz de Tik Tok se ha avenido a que Oracle sea su «proveedor tecnológico de confianza»
Es lo que se ha propuesto la administración Trump y parece que está a punto de conseguirlo, esta vez con las aplicaciones Tik Tok y We Chat.
No contento con haber impedido que Huawei participe en el despliegue de la red 5G en Estados Unidos y en varios países europeos, ahora va a por dos de las aplicaciones móviles más populares.
A partir del 20 de septiembre, se prohibirá, en Estados Unidos, la descarga de las dos aplicaciones si se está en territorio norteamericano.
Todavía no se sabe el alcance de la medida

Ha sido el Departamento de Comercio, el competente para ello, el que prohibirá la descarga de las aplicaciones Tik Tok y We Chat, una cosa de mucha relevancia para la gran comunidad china que existe en el país que gobierno Donald Trump.
Pero lo que no se puede calibrar, por no haber sido explicado con el suficiente detenimiento el calado de la medida de restricción.
¿Estará prohibido la descarga de las dos populares aplicaciones? ¿De qué manera? ¿Se «capará» los servidores de Tik Tok y We Chat para que los norteamericanos no puedan descargar la aplicación?
Lo que tampoco ha explicado el gobierno norteamericano es si aquellos que ya tienen instaladas Tik Tok y We Chat en sus teléfonos móviles podrán seguir utilizando las aplicaciones con total normalidad.
Oracle gana

La multinacional de Lawrence J. Ellison se ha convertido, se ha sabido hace pocas fechas, en el «proveedor tecnológico de confianza» de Tik Tok en territorio norteamericano, lo que no se sabe si significa que la matriz de la aplicación tendrá que vender su negocio norteamericano a la multinacional de informática.
Impedir que ningún usuario de teléfonos móviles pueda descargarse Tik Tok y We Chat en territorio norteamericano ha sido la continuación de la orden ejecutiva firmada por Trump en los inicios del mes de agosto.
Por dicha orden Tik Tok tenía 45 días para vender su negocio norteamericano a una empresa de ese país, por lo que se evalúa que el nuevo acto de este sainete no busca que Tik Tok se deshaga definitivamente de su negocio norteamericano.
La administración Trump se escuda en que las dos aplicaciones están socavando la Seguridad Nacional de Estados Unidos, ya que, entre otras actividades, almacenan datos personales de sus ciudadanos en servidores ubicados en China.
¿Qué se pueda hacer y qué no?

Con la nueva regulación que afecta específicamente a Tik Tok y a We Chat, estará prohibido que las tiendas de descarga de aplicaciones, como puedan ser Google Play o Apple Store, proporcionen actualizaciones para esas dos aplicaciones móviles.
Tik Tok y We Chat no podrán desarrollar transacciones económicas electrónicas para cobrar a los usuarios por servicios que estos demanden, lo cual supone definitivamente «capar» las dos aplicaciones móviles.
Lo que se queda en un «limbo legal» es si los usuarios de Tik Tok o de We Chat podrán seguir utilizando el servicio, y ante eso parece que el gobierno norteamericano no ha decidido nada, por lo que parece que sí.
Sin embargo, y en la práctica impedir que los usuarios accedan a las actualizaciones de las aplicaciones y no puedan procesar pago a lo que está abocando a Tik Tok y a We Chat es a una muerte lenta.
Condenadas a desaparecer, al menos en su modelo de negocio actual

La clave parece estar en que ambas compañías se avengan a vender su negocio norteamericano a una empresa de ese país, que bien podría ser Oracle.
Si eso no sucede, a partir de un determinado momento – 20 de septiembre para We Chat y 12 de noviembre para Tik Tok – ninguna empresa de telecomunicaciones que opere en suelo norteamericano les podrá prestar su infraestructura de telecomunicaciones.
Eso implica que no podrán dar alojamiento en internet, servicio de red de telefonía móvil o fija, o cualquier tipo de alojamiento en internet: no solo averías el coche, sino que además le quitas la autovía por la que transitaba.
Primero fue Microsoft

En un primer momento, el gobierno norteamericano quiso que el «proveedor tecnológico de confianza» fuera la compañía que lidera Satya Nadella, pero ByteDance, la tecnológica china que está detrás de la aplicación se negó en redondo.
Tik Tok era una «perita en dulce» para Microsoft, que de esa manera se haría con el control de 100 millones de usuarios norteamericanos con la que cuenta esa red social, lo que le permitiría ejercer presión sobre Facebook, su principal enemigo en las redes sociales.
Pero finalmente, en una farragosa negociación que ha incluido que ByteDance no compartirá el algoritmo que gobierna la aplicación y no será Microsoft, sino Oracle el que se convertirá en «proveedor tecnológico de confianza».
Por lo tanto, la palabra «compra» o «venta» no aparece en ningún momento en ninguno de los documentos que ByteDance ha firmado, de lo que suponemos que Oracle se convertirá en una suerte de «pepito grillo» que velará por la privacidad de los datos de los usuarios norteamericanos de Tik Tok.
De hecho, los datos de los usuarios del país que vivió una guerra en Vietnam, se guardarán en los servidores de Oracle, y como contraprestación la empresa conocida principalmente por su tecnología en bases de datos, podría hacerse con una parte de las acciones de ByteDance.
Oracle, un poder en la sombra

A pesar de carecer del relumbrón mediático de otras tecnológicas, como Microsoft, Facebook o Apple, la empresa que fundasen Bob Miner, Ed Oates y el propio Lawrence J. Ellison es la segunda multinacional de software por facturación del mundo.
Su crecimiento se ha basado en la absorción de otras empresas del sector, lo que le ha permitido quedarse con sus patentes, caso Sun Microsystems, a la cual se «zampó» en el 2010, quedándose con la «joya de la corona», nos referimos al lenguaje de programación Java.
De hecho, Oracle está siendo uno de los principales valedores del software propietario, haciéndose con el control de software de código abierto para convertirlo en software propietario por el que hay que pagar licencia.
Eso fue lo que hizo con la suite de ofimática OpenOffice, que había desarrollado Sun Microsystems en código abierto; Oracle logró arrebatársela a sus desarrolladores para transformarla en una versión de pago.
Los desarrolladores de OpenOffice abandonaron el proyecto e iniciaron otro, que ahora se llama LibreOffice y que sigue bajo las pautas de ser una suite ofimática de software libre y de código abierto.
Fuente – Xataka / hipertextual
Imagen – Block Inspect / Google Play / oraclepr / App Store / Dickson Phua / Mike Mozart / Chang Ju Wu