
Hubo un tiempo que un fabricante español de vehículos de lujo, la Hispano – Suiza podía competir contra los fabricantes europeos, y uno de sus modelos, el Hispano – Suiza H6 era deseado por los potentados de todo el continente y competía exitosamente en carreras deportivas contra los modelos de Rolls – Royce
Tiempo hubo, ya no porque las empresas de automoción españolas están en manos de multinacionales, que la industria española del automóvil, sobre todo la de lujo, estuvo a altura de la mismísima Rolls – Royce.
La empresa se llamaba Hispano – Suiza, y su modelo estrella era el Hispano – Suiza H6, un automóvil que estaba presente en los garajes de los europeos más selectos, inclusive los de la realeza, no en vano Alfonso XIII poseía uno.
Automovilismo de alto copete

Ahora, cuando pensamos en coches de lujo, siempre pensamos en otros países como Alemania, Japón y Estados Unidos.
Pero hubo un tiempo, lejano ya, en el que una automovilística española Hispano – Suiza se trataba de tú a tú con otras marcas de automóviles de lujo, como pudiera ser la británica Rolls – Royce.
Hispano – Suiza nace en el año 1904, cuando «vacas sagradas» de la industria del automóvil actual, como Mercedes Benz ni siquiera existían y la BMW, que apenas contaba con cuatro años de vida, daba sus primeros balbuceos.
Ese mismo año salía de los talleres de Bois-Colombes el primer Hispano – Suiza H6, un coche de verdadero lujo – solo la carrocería costaba 40.000 pesetas de las de entonces – que se rifaban los potentados españoles y europeos.
Era un vehículo con un precio prohibitivo para la época del que solo podían disfrutar los más ricos de los ricos, como André Citroën, el fundador de la automotriz homónima, Edsel Ford, hijo de Henry Ford o inclusive el rey de España, Alfonso XIII.
Hispano – Suiza, emprendimiento español y suizo

Esta empresa automotriz fue producto del emprendimiento del empresario catalán Damián Mateu Bisa y el ingeniero suizo Marc Birkigt, fundando la empresa en Barcelona en 1904.
Para cuando salió el primer Hispano – Suiza H6 de la cadena de montaje, la empresa automovilística ya contaba con tres lustros de experiencia en el sector, pero ambos emprendedores habían tenido la «vista» de diversificar la producción.
Además de fabricar coches de lujo y bólidos de carrera, de los talleres de la Hispano – Suiza salieron también motores para los aviones que participaron en la I Guerra Mundial y propulsión para barcos de todo tipo, tanto de guerra como civiles.
Un bólido

El Hispano – Suiza H6, además de ser un coche de lujo destinado para conductores pudientes, era también una maravilla mecánica para los estándares automovilísticos de la época.
El «padre» de esa maravilla no era otro que el ingeniero suizo Marc Birkigt, que había logrado que el vehículo pasase de 0 a 100 kilómetros por hora en solo 100 metros, alcanzando una velocidad punta de 140 kilómetros por hora.
Otro de los logros de la ingeniería de Hispano – Suiza fue que el H6 era 500 kilos más ligero que otros vehículos de la época con similares características.
Pero quizás lo más destacado del H6 era su sistema de frenado, una tecnología que para los fabricantes de la época no era demasiado importante, debido a la poca cantidad de coches que circulaban por las carreteras europeas.
El sistema de frenado del H6 permitía detener el vehículo, pasando de 90 a 30 kilómetros por hora, en solo 50 metros, siendo un sistema tan revolucionario para la época que la patente fue adquirida por la Rolls – Royce.
Los frenos del H6 se montaron en los Rolls – Royce Silver Ghost, también con el H6 un vehículo que solo estaba al alcance de los potentados, siendo tan exclusivo que solo se fabricaron 7.874 unidades.
Símbolo de una época

El Hispano – Suiza H6 se convirtió, con otros productos de consumo, en un sinónimo de lo que se denominaron «los felices años 20», pero también, gracias a Alfonso XIII, en un bólido de carreras.
De hecho, fue el propio monarca el que lo popularizó como coche de carreras, ganando con él varios campeonatos, y generalizando el uso deportivo de este vehículo que tenía un motor de seis cilindros en línea.
La cuesta de las perdices

En la carrera, celebrada en ese lugar en el año 1921, fue donde el Hispano – Suiza H6, pilotado por Alfonso XIII se hizo con el máximo galardón de la prueba.
El paraje se encontraba en la carretera de Madrid a La Coruña, logrando el monarca en la ya citada carrera una velocidad medida de 102 kilómetros por hora.
Esa fue una de las competiciones en que ese modelo de Hispano – Suiza compitió por primera vez en nuestro país, pero el modelo también saboreó los laureles del éxito en carreras como la París – Niza en también en el año 1921.
Otros galardones los recibió en el Gran Premio de San Sebastián, en 1923 e inclusive, al otro lado del océano Atlántico, en el Gran Premio de Indianápolis, en 1928.
Éxitos comerciales y deportivos

Hispano – Suiza siguió logro una merecida fama de fabricar coches de lujo, muy fiables, con mecánicas avanzadas y que eran polivalentes, esto es, servía tanto como modelos recreativos como de competición.
En el caso del Hispano – Suiza H6 se siguió fabricando hasta el año 1934, siempre de la fábrica de Bois-Colombes, que por aquella época era un suburbio de París, aunque por el éxito de modelo también se comenzó a fabricar en España.
De las factorías de Hispano – Suiza salieron también otros modelos que tuvieron gran predicamento entre las clases privilegiadas europeas, caso de los T-49, T-48 y H-6C, que compitieron contra los modelos de Rolls – Royce.
Con la Guerra Civil se acabó todo

Con la llegada de la conflagración bélica, las factorías que Hispano – Suiza tenía en España fueron requisadas por ambos bandos y se dedicaron en exclusiva a la fabricación de motores para la aviación de guerra.
En la posguerra española, esas fábricas pasaron a control estatal y formaron el embrión de que posteriormente sería la SEAT, dedicada a la fabricación de utilitarios, y la SEIDA, dedicada a la construcción de vehículos industriales.
Fuente – el diario / Hispano – Suiza en Wikipedia / Rolls – Royce Silver Ghost en Wikipedia / Hispano – Suiza H6 en Wikipedia
Imagen – Tony Hisgett / Rutger Van der Maar / Brian Snelson / kitmasterbloke / Royalbroil / Iwao / Alden Jewell